Un restaurante entre los árboles. Antonio Quintana. La Habana.

Muchas veces hablamos de arquitectura sostenible como algo nuevo, el concepto de sostenibilidad es muy reciente y muchas veces caemos en el error de pensar que en materia de sostenibilidad no existe nada antes de Richard Rogers y, antes de él, la arquitectura tradicional. En un viaje que hice hace poco a la Habana tuve la oportunidad de comprobar que no es así, en el parque Lenin me encontré con esta joya que combina el riguroso movimiento moderno con el respeto a las preexistencias y una integración con el entorno ejemplar: el restaurante “las ruinas” del arquitecto Antonio Quintana.

Ubicado en una colina del Parque Lenin, que permite el dominio de un amplio paisaje, encontramos este restaurante. Durante su proceso de construcción se respetaron los árboles y vegetación preexistentes así como las ruinas de una antigua casa de más de 150 años. Se diseñó una estructura prefabricada de hormigón que envuelve las ruinas y la vegetación tanto en el interior como en el exterior.

Todos los accesos se producen a través de pasarelas elevadas sobre el terreno mediante pilotes, este es un método eficaz para respetarlos árboles del entorno y da relevancia al paseo de entrada que va adentrándose en el bosque.

La gran esbeltez de las columnas sumamente delgadas y las grandes luces de las vigas envuelven y dan sombra a los antiguos muros donde crecen musgos, helechos y otras plantas gracias al ambiente húmedo del clima tropical. Podemos apreciar como la naturaleza se entrelaza con la estructura y penetra en el edificio.

El ambiente que se respira en ele interior es verdaderamente mágico, los juegos realizados con la luz, los antiguos muros cubiertos de vegetación y rejas oxidadas. La temperatura interior se controla mediante la circulación forzada del aire lo que crea una sensación de frescor que anima al visitante a quedarse y disfrutar de los espacios y las terrazas.