Relación de los procesos atmosféricos específicos de la cuenca Mediterránea con sus posibles retro-alimentaciones climáticas desde la escala local a la regional europea.
“Durante su recorrido por la superficie el aire de la brisa gana calor sensible (temperatura potencial) por intercambios directos con el suelo calentado por el sol. Tambien incorpora el vapor de agua procedente de la evaporación y evapo-transpiración de la superficie, suelo y cubierta vegetal. La humedad relativa en cualquier punto de su desarrollo depende del balance entre estos dos componentes: calor sensible ganado y el vapor de agua acumulado. Y, si se alcanza el nivel de condensación, se puede disparar una tormenta en la “chimenea orográfica” del frente de brisa, en cualquier estadio de su entrada.”
Millán Millán.