¿Qué ocurre cuando nos encontramos con ejemplares de árboles tan impresionantes como las secuoyas milenarias? Pues que las tradicionales casas en el árbol pasan a convertirse en rascacielos. Esta es la propuesta para el concurso eVolo 2017 presentada por un grupo de diseñadores surcoreanos.
Tributo: El monumento del gigante, así es como se llama este proyecto en el que se propone construir rascacielos en el interior de los troncos huecos de las secuoyas milenarias que se localizan en el Oeste de Estados Unidos.
Las secuoyas son árboles que pueden alcanzar hasta los 85 metros de alto y los 8 metros de diámetro. La propuesta se plantea en este tipo de árboles no solo por su gran volumen, sino también por tener un sistema radicular relativamente superficial que no es capaz de sostener en pie estos ejemplares cuando empiezan a perder el duramen.
La propuesta plantea dentro de los troncos una estructura doble, formado un núcleo central y una envolvente detrás de la corteza. Esta estructura además de aportar estabilidad al árbol permite la instalación de plataformas donde se pueden desarrollar diferentes actividades: educativas, museísticas, de ocio, hostelería… El agua necesaria para desarrollo de estas actividades se extrae del suelo, siguiendo el esquema de las raíces.
Tributo ha sido un proyecto diseñado para poner el punto de atención sobre el problema de la deforestación y los desastres que esta situación conlleva. El equipo ha buscado hacer su aportación al debate de la convivencia sostenible entre la humanidad y la naturaleza.
Desde Urbanarbolismo nos encanta la propuesta. Nadie puede poner en entredicho que es una solución muy inspiradora dentro del mundo de las casas en el árbol. Esta solución permite además de conservar estructuras naturales milenarias conciliar el desarrollo urbanístico con la naturaleza.